La fuerza de la costumbre y la fugacidad de la desgracia
Por Javier Martínez Baigorri La fugacidad con la que diferentes acontecimientos quedan en el olvido muestran cómo nos acostumbramos a que las cosas sean irremediablemente como son. Hace poco más de año vimos por televisión, en tiempo real, como se producía el abandono de Afganistán por parte de las fuerzas militares internacionales que desde hace veinte años estaban presentes en el país. Poco después, las televisiones nos retransmitieron en directo la erupción del volcán de la Palma, informando del avance milímetro a milímetro de la colada de lava y el estado de las viviendas y habitantes de la zona afectada. La vuelta a la calma del volcán dio paso al comienzo de la guerra en Ucrania. Este último acontecimiento nos afectó de manera especial y comenzó la preocupación generalizada por las consecuencias de la guerra: humanas y económicas. Como las anteriores noticias, después de haber ocupado horas diarias en la programación de los medios de comunicación, el paso del tiempo y la ll...